La higiene del sueño: aprende a dormir mejor

La higiene del sueño: un término que cada día escuchamos con más frecuencia, pero que no siempre tenemos claro su significado o su importancia. Hoy queremos hablar un poco acerca del tema; ¿qué es realmente?

Todos sabemos la importancia que tiene dormir bien. Cuando hemos pasado una mala noche, en la que han tenido que pasar horas hasta conciliar el sueño, o que hemos dormido con continuas interrupciones, amanecemos fatigados y con gran malestar general. Esto se traduce en malhumor, agotamiento, irascibilidad, y por supuesto, mucha menor productividad. Si somos empresarios, el problema de no rendir correctamente es grave, pero si somos empleados, lo que nos estamos jugando es el trabajo.

La higiene del sueño es el control de los factores ambientales y conductuales que pueden interferir con el sueño. Tiene que ver con llevar un estilo de vida que favorezca el dormir bien. Existen hábitos y costumbres que, al practicarlos, propician un descanso reparador y saludable. Conocidas estas rutinas, veremos que no será difícil ponerlas en práctica.

Consejos para una buena higiene del sueño

  • Vigila tu dieta: en ningún momento del día son recomendables las comidas pesadas que dificultan la digestión y que nos generan un gran malestar. Ahora bien, al finalizar la jornada esta recomendación cobra mucha mayor importancia. Cenar ligero favorece el buen sueño. Y lo contrario, comer abundantemente antes de irse a la cama hace que se tarde mucho más en conciliar el sueño, y que las horas que logremos dormir no sean de calidad.
  • Realiza actividad física: hacer ejercicio físico de forma regular conlleva bastantes beneficios al organismo. Uno de ellos es, sin duda, que ayuda a dormir mejor. Para quienes comienzan, es preferible no hacerlo poco antes de irse a dormir.
  • Evita ingerir estimulanteses importante evitar la ingesta de ciertos estimulantes que actúan gravemente contra el descanso. Hay que evitar consumir cafeína, nicotina, té, gaseosas o azúcar, hasta tres o cuatro horas antes de irnos a la cama. Igual sucede con el alcohol; su ingesta provoca un sueño de muy baja calidad.
  • Controla el estrés acumuladoen la actualidad es frecuente acumular bastantes horas en nuestra jornada de trabajo. Es habitual llegar a casa y no ser capaz de desconectar: seguimos preocupados y dándole vueltas a diversos temas que pertenecen exclusivamente al ámbito laboral. Esto resulta fatal para el descanso. Una vez que llegamos a casa, debemos ser capaces de cortar absolutamente con el trabajo y dedicarnos a relajar nuestro cuerpo y nuestra mente, como paso previo a irnos a la cama. Si no somos capaces el sueño se verá afectado. Lo ideal es realizar actividades relajantes los momentos antes de dormir. Existen técnicas de relajación o meditación que resultan muy beneficiosas.  
  • Acomoda tu dormitorio: esto es fundamental, por supuesto. Luces apagadas, cortinas para evitar la luz proveniente del exterior, silencio y una cama cómoda son factores a tener en cuenta. El dormitorio debe estar acondicionado para proporcionarnos un buen descanso.

Todos estos sencillos consejos ayudan a dormir mejor. Es decir, a conciliar el sueño y a que éste sea de calidad. Si los aplicas durante algunas semanas y no surten efecto, lo mejor es visitar a algún especialista.